El sistema de dirección está constituido de un conjunto de partes que trabajan juntas para dirigir el vehículo y obtener un óptimo desempeño. En los sistemas de direcciones asistidas hidráulicas o electro-hidráulicas, será necesario un fluido capaz de soportar la presión que genera la bomba hidráulica o motor electro-hidráulico según el vehículo.
El líquido de dirección, junto con la bomba de dirección hidráulica, serán los encargados de facilitar la conducción diaria.
Sin embargo, reemplazar el líquido de dirección generalmente no figura entre los elementos de mantenimiento preventivo. Si no se revisa el líquido periódicamente, podríamos acortar la vida útil de nuestro sistema de dirección.
Por ello, se deberá verificar el depósito del líquido de dirección hidráulica periódicamente, asegurándose de que el líquido se encuentra en buenas condiciones, revisando el color del líquido y que no se encuentre contaminado o con olor a quemado, así como revisar el nivel del líquido. Por último, con ayuda de una lámpara se deberá buscar partículas metálicas al interior del depósito del líquido de dirección.
Las principales manifestaciones derivadas de la falta de mantenimiento de este sistema, son:
- Ruido en el sistema.
- Fuga de líquido por sellos y retenes.
- Baja presión en el sistema.
- Dirección dura o muy suave.
¿CUÁNDO SE DEBE REALIZAR EL CAMBIO DEL LÍQUIDO DE DIRECCIÓN HIDRAULICA?:
Algunas marcas recomiendan que el cambio sea a los 60.000 kilómetros. Otras a los 100.000. Se sugiere consultar el manual del propietario para determinar los intervalos de cambio, en el manual de cada vehículo podrá encontrar cual es fluido recomendado para su sistema de dirección al igual que la capacidad del mismo.
Si el vehículo ya alcanzó el kilometraje establecido por el fabricante para su reemplazo, o el líquido se encuentra contaminado y/o sucio, debe ser sustituido.